FRITOS DE PIXÍN







Otro clásico en la gastronomía asturiana. Aunque la receta no tiene ninguna ciencia, no quería dejar de ponerla porque es uno de mis platos favoritos.

Además así, os enseño como se llama al RAPE en Asturias, para los que no lo conocéis.

No hay nada más delicioso que acercarse a uno de los preciosos puertos pesqueros asturianos y saborear estos fritos acompañados de una sidra o un vinito al lado del mar.

Ingredientes:

Pixín limpio y sin espinas.
Ajo, sal y perejil para adobarlo.
Harina y huevo para rebozar.
Aceite de oliva.
Limón.

Elaboración:

Cortar el pixín en trozos pequeños, de bocado. 

Yo lo suelo comprar ya en lomos, sin espina. No olvidéis guardar las espinas y cabeza en el congelador para los caldos de pescado de otras elaboraciones, le da un sabor exquisito.

Adobarlo con sal, ajo y perejil, regar con unas gotas de zumo de limón para que coja bien los sabores y dejar reposar una media hora.

Pasar los trozos de pixín por harina, sacudir el exceso de harina y a continuación pasarlos por el huevo batido.

Freírlos en abundante aceite a fuego medio-alto. Dejar que se doren por un lado y luego darles la vuelta, solo una vez.


Escurrirlos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.

Servir acompañados de patatas fritas, ensalada, mayonesa o vuestra guarnición favorita.





Es unos de los pescados, para mí, más exquisito y muy adecuado para los niños por no tener espinas. Además con esta elaboración resulta muy a apetecible para los que no gustan de comer mucho pescado.










PASTAS DE MANTEQUILLA


 
Hoy os traigo unas deliciosas pastas de mantequilla muy fáciles de hacer y con un resultado maravilloso.

Es la primera vez que las hago y pienso repetirlas muchas veces.

Para buscar ideas recurrí a Aliter Dulcia, el estupendo blog de una paisana, Isabel, que os recomiendo visitar, uno de mis blogs favoritos. Me basé en su receta de “Estrellas de naranja y azahar”, haciendo algunos cambios a mi gusto.

Os recomiendo encarecidamente visitar su blog y no perderos sus publicaciones de los sábados, podéis verlas todas en la sección “La cocina en el arte”, en el índice de recetas (el de su blog, claro :-D)


Ingredientes:

200 gr. de harina.
100 gr. de almendra molida.
150 gr. de azúcar.
150 gr. de mantequilla. (yo uso el rulo de La Central Lechera Asturiana)
Una pizca de sal.
1 cucharadita de aroma de vainilla.
1 cucharadita de ralladura de naranja.
2 yemas de huevo.
2 cucharadas de zumo de naranja.

Elaboración:

Poner todos los ingredientes en un bol y amasar bien todo junto.

Formar una bola y meterla al frigorífico durante al menos una hora.

Estirar la masa uniformemente con un grosor de medio cm. más o menos.

Cortar con corta-pastas e ir disponiendo las pastas en la bandeja del horno sobre un papel vegetal. Mejor si tenéis una pala o espátula para ir pasándolas a la bandeja, ya que la masa es blanda y se deforma fácilmente.

Precalentar el horno a 170º y hornear las pastas durante unos 10 minutos, dependiendo del horno.

En cuanto estén un poco doradas, sacarlas ya aunque os parezca que están blandas. Al enfriar endurecen y quedan fenomenal.

Sacarlas y enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén frías, conservar en un bote hermético.



Si queréis glasearlas es sencillo:

150 gr. de azúcar glass.
2 cucharadas de zumo de naranja.
1 cucharada de las claras de huevo.
Colorante alimentario (opcional)

Lo mezcláis todo bien hasta que quede una masa y untáis las pastas con esa mezcla.

Yo lo hice con algunas de ellas para probar, con una cucharita verter la glasa sobre las pastas y dejarlas enfriar bien hasta que endurezca el glaseado.

Como no me quedaban muy bien solo hice unas pocas. Para que queden perfectas es mejor disponer de los utensilios adecuados para glasear que yo no tengo, hay infinidad de ellos para repostería.

Si sois muy mañosos podéis hacerlo igual pero con más paciencia que yo ;-)



Están francamente deliciosas y son muy viciosas. Las glaseadas se parecen, pero mucho, a las pastas de una de las mejores confiterías que hay en Oviedo, el Peñalba.

Espero que os gusten.




LICOR DE NUECES VERDES para Conxita




Esta receta se la quiero dedicar a Conxita, del bonito blog Te de Ternura.

Es una mujer muy especial, así que, este licorcito va para ella.

Conxi, este brebaje te irá muy bien para acompañar tu excelente trabajo durante el invierno...... da mucho calorcito, pero no te pases ¿eh? que se sube mucho!!

Como estás un poco lejos me he tomado yo las dos copitas, la tuya y la mía. Menos mal que pude dormir una sistecita  ;-D

La receta es bien sencilla. Solo hay que tener un poco de paciencia para esperar a poder consumirlo.



Ingredientes: 

750 ml. de orujo
350 gr. de azúcar ecológico
4 o 5 nueces verdes partidas a la mitad
2 ramas de canela
3 nueces moscadas

Nosotros lo hacemos con orujo casero. Es importante usar un licor de calidad para obtener un buen resultado. Si el que encontrais es muy fuerte, se puede rebajar con un poco de agua mineral (no del grifo), pero sin pasarse, que no quede muy aguado..ir probando.

Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente tapado y vamos removiendo cada día hasta que se disuelva todo el azúcar. Yo uso un bote de cristal hermético grande y lo voy meneando sin abrirlo. Vale en una pota con tapa y lo vais removiendo con un utensilio de madera.

Dejamos reposar al menos durante un mes.

Colamos bien el licor en una botella y ..... a disfrutar. Para que quede bien limpio de impurezas yo lo cuelo primero con un colador y luego lo vuelvo a colar poniendo un paño de algodón fino, bien limpio y húmedo sobre el colador.

Es muy digestivo después de comer. Cuando va pasando el tiempo va cambiando su sabor. He probado uno de hace dos años y se ha transformado en un licor quinado, casi como el SANSON de toda la vida.

Normalmente lo hago cuando las nueces están más verdes, pero este año me olvidé de recogerlas. Gracias a este otoño loco que hemos tenido, el mes pasado me encontré un nogal al fondo de la finca ¡con las nueces verdes!.



Luego al abrirlas no estaban tas verdes pero lo hice igual. Ha quedado más marrón, otros años queda negro completamente, pero este año, le he quitado la corteza verde para probar y está muy bueno. Sabe más a nueces.

Debéis tener cuidado de cortar las nueces con guantes, ya que manchan mucho...y no se quita con nada!



Ya sé que es un poco tarde porque ya no váis a encontrar nueces verdes, pero podéis probar con otras frutas. Yo casi todos los licores los hago así y están muy buenos. 

Queda muy rico, por ejemplo, con ciruelas pasas de California. Podeis probar a aromatizarlos con lo que os guste, hay quien añade vainilla, mondas de naranja, de limón....hay miles de fórmulas, podeis experimentar.

Otro día os preparo el licor café que se puede hacer en cualquier época del año.






CALAMARES CON ARROZ Y VERDURAS



Una vez más, mi pescador favorito nos ha regalado parte de su jornada de pesca. Calamares y una jibia ¡recién pescados!

Mirar que bonitos:

Bueno, vale, de cara son un poco feos. Me miraban mal porque sabían que iban pa´la cazuela.......pero están taaaaaan buenos....

He hecho una paella de calamares y verduritas, un poco melosa, como si fuera un risotto.

Ingredientes:
Para 4 personas
1/2 kilo de calamares ya limpios y picados en rodajas (y una jibia en mi caso)
300 gr. de arroz redondo
Caldo de pescado (unas cabezas de pescado y espinas, cocidas con cebolla, un puerro y zanahorias)
1 cebolla
medio pimiento verde y medio rojo
1 zanahoria rallada
medio calabacín pelado
Aceite, sal y azafrán
una pizca de pimentón 

Elaboración:

Lo primero es hacer el caldo. Yo como siempre, he utilizado restos de pescado que tengo congelados y los he puesto a cocer con una cebolla, un puerro y dos zanahorias.

Una vez cocido todo durante al menos media hora, lo cuelo y le añado la sal y el azafrán en polvo o en hebra. Que esté un poco salado y así no hace falta añadir más al arroz.

Reservar caliente.

Con las verduras bien picaditas (cebolla, pimientos y calabacín) se hace un sofrito con un poco de aceite, en la una paella o pota baja.

Cuando está todo bien pochado, se añade una cucharadita de pimentón. Revolver y añadir la zanahoria rallada.

Añadir los calamares limpios y rehogar todo junto otro minuto.

Añadir el arroz y cocinar un par de minutos todo junto.

Ahora vamos añadiendo caldo poco a poco. El caldo debe estar caliente. Hechas un poco de caldo y dejas reducir. Añades otro poco y a reducir. Así hasta que tenga la consistencia deseada. Rectificar de sal si es necesario.

Debéis medir primero en un cazo el arroz, y calcular el doble de caldo más otro cazo.

Cuando esté a vuestro gusto, apartar del fuego 5 minutos y ...... a comer sin esperar. Ya sabéis que estos platos no pueden esperar por el comensal, sino al revés.

Los calamares estaban de muerte y la jibia mejor aún......







Receta adaptada de La cocina de la lechuza

CHULAS DE CALABAZA, una delicia para el paladar




Este es un postre típico de Galicia, sobre todo de la zona de Ourense. Son unos buñuelos elaborados con calabaza, así que, como estamos en época de calabazas me he decidido a probarlas y me han impresionado.

Son muy fáciles de hacer, ligeras y sabrosas. ¡ Y mirar el color !

Tengo mucha calabaza que me han regalado, ecológica y muy buena, así que tendré que elaborar varios platos que os iré mostrando.

Mis calabazas son de la granja de Pili y Toñito, los mismos que me guardaron las natas de sus vacas para hacer los bollinos de nata de antaño.

Tienen miles y de todo tipo y aquí os dejo una pequeña muestra.

No os podéis imaginar la cantidad de recetas que circulan por Internet con calabazas...un filón.

Vamos a ello:

Ingredientes:

500 gr. de calabaza
3 o 4 cucharadas de azúcar (probar la masa a vuestro gusto)
4 huevos
150 gr. de harina
una pizca de canela en polvo y otra de jengibre en polvo (opcionales)
1/2 sobre de levadura en polvo
aceite de girasol para freír
azúcar glasé para espolvorear

Yo utilicé las calabazas naranjas alargadas. Las hay en todos los mercados. Estas al ser de casa están exquisitas, ya asadas sin más.



La de color naranja más intenso no sé si sirve para cocinar, tengo que probarla.


Elaboración:

Asar en el horno la calabaza pelada y en trozos, con un poco de sal espolvoreada, hasta que quede blandita (no importa si se tuesta un poco).

También puede ser cocida, pero suelta más agua y queda más líquida la masa por lo que necesitarás más harina.

Cuando esté asada, triturarla con la batidora y añadir los huevos. Mezclar bien.

Añadir el azúcar, la canela y el jengibre y batir bien todo junto. Probar si os gusta el dulzor, sino, añadir un poco más de azúcar.

Tamizar la harina e ir añadiéndola y mezclando con la masa anterior (yo esto lo hice con una espátula). Añadir la levadura en polvo y mezclar bien.

Aquí la harina tiene un cálculo aproximado pues dependerá del agua que suelte la calabaza, del tamaño de los huevos......tiene que quedar como una papilla un poco espesa.

Calentar abundante aceite en una sartén honda o freidora e ir friendo cucharadas de esta masa, no muy grandes.

Estos buñuelos se oscurecen enseguida así que tenéis que controlar el calor para que se doren y se hagan por dentro. Escurrir en una bandeja con papel absorvente el exceso de aceite.


Cuando estén templadas espolvorear con azúcar glasé.


Cuando más buenas están es templadas recién hechas, pero os aseguro que las frías que sobraron duraron un suspiro.....

Las mías han quedado bastante oscuras, pero estaban buenísimas. He mirado por la red y parece que son así de oscuras.

Aunque alguna quede un poco cruda en el centro a mí me encantaron, no deja de ser un puré dulce de calabaza.







Es la primera vez que las hago así que no puedo daros muchos consejos más. También es la primera vez que las como, pero repetiré seguro.


Para buscar y escoger las calabazas conté con la inestimable ayuda de Alex, Paula y Lucía, los reyes de la casa, son los nietos de Pili y Toñito, mis tíos políticos,  que conocen cada rincón de esta fantástica huerta.






Receta adaptada de Saboreagalicia.es